Este viernes hemos estado en Paredes de Nava apoyando a su alcalde, Luis Calderón, en la presentación de un centro de fomento del emprendimiento, pionero en la provincia de Palencia, que le vamos a ayudar a poner en marcha. Y Luis nos ha sorprendido con un discurso espléndido que nos ha llegado al corazón. Es este:
«Quizá lo que más caracterice la lucha contra la despoblación en ese extenso territorio que se está vaciando desde hace algunas decádas sea la ilusión de los combatientes en esta batalla.
Cómo sino explicar que cuatro señores de Soria busquen un autobús que había retirado la empresa de trasporte urbano de Burgos, lo tuneen y se marchen a recorrer los pueblos de España al grito de podemos hacerlo. Imagino este vehículo cargado de color por los páramos, por las rastrojeras, por los trigos recién cosechados , por esas carreteras tan españolas que atraviesan tierras de alfalfas y girasoles, de ovejas y pastores que miraran con gesto fruncido un autobús que recorre a ritmo constante, sin acelerones una Castilla que dice que ya no se levanta o un Aragón sin ganas de jota. No deja de tener su punto la silueta de ese vehículo recortado en el horizonte, atravesando algunas de las mejores puestas de sol del mundo, cruzando la estela de polvo que ha dejado alguno de los últimos rebaños
Amanece que no es poco
No sabes si la escena pertenece al ‘Milagro de P Tinto’, a ‘Amanece que no es poco’ o a ‘Bienvenido Mister Marshall’. Todo es tan español, tan quijotesco o tan del Cid Campeador que aquel que piense que este road movie del autobús puede tener un toque americano, así como de Hollywood, se equivoca. Porque cuando el autobús para en un pueblo de barro, se abren sus puertas lentamente y bajan los cuatro hombres que lo ocupan, descubrimos que lo que está ocurriendo solo podía suceder en esta España nuestra. No son cuatro forajidos del oeste, ni cuatro personajes de una película australiana, ni un grupo de rock and roll. Despacio, estirándose del lento viaje se apean cuatro castellanos, cuatro sorianos, normales, como nosotros. Sin embargo tienen un toque distinto, esos cuatro jinetes de Presura, antítesis de los cuatro del apocalipsis, solo se pueden concebir en un lugar como Soria, esa:
¡Soria fría, Soria pura,
con su castillo guerrero
arruinado, sobre el Duero;
con sus murallas roídas
y sus casas denegridas!
Y por qué ese autobús de sorianos ha aparcado precisamente en esta plaza de Santa Eulalia hoy. Claro que hay motivos mundanos, motivos ligados al futuro y a proyectos de esos en los que nos refugiamos los que aquí seguimos. Pero queremos pensar que hay otros motivos, motivos que nos superan y que nos hacen pensar que todo esto quizá pueda tener un carga mágica, milagrosa que hace que las cosas nunca sepamos que derrotero tomarán y quizás en esto del futuro ocurra lo que menos nos esperamos. Queremos pensar que este autobús ha parado aquí, en Paredes de Nava por algo que se fundamenta en la poesía. Ha aparcado junto al monumento a Jorge Manrique, aquel del que Machado decía que entre los poetas míos tiene Manrique un altar. Y es que Machado , ese de los campos de Castilla y la Soria fría y pura, también anduvo por estas tierras o mejor dicho también le sirvieron de inspiración. Porque muy cerca de aquí pasaba los veranos Guiomar, así se llamaba también la mujer de Jorge Manrique, pero Guiomar era la musa del poeta sevillano, ese amor desconocido que oculto entre encinas inspiraba al poeta desde tierras palentinas. Y no solo quedan aquí las casualidades. Hoy nos acompaña Juan Avila,en nombre de Red Electrica Española, nacido en Cuenca, compañero de fatigas de la Presidenta de palencia. Ha sido Presidente de la Diputación de Cuenca , alcalde de la ciudad, Cuenca el lugar donde falleció en combate Jorge Manrique. Podía haber sido de otro lugar , pero no, lo es de un lugar manriqueño.Otro círculo que se cierra, y lo hace a través de la poesía.
Por eso queremos pensar que hoy la parada del autobús ha tenido que ver con conexiones que se nos escapan y que nos hacen ver las cosas desde la ilusión que producen la lectura de un verso en su sitio.
Un punto surrealista
Joaquín, Ignacio, Oscar y Roberto, vuestra llegada aquí anoche tiene que ver más con la llegada del hombre a la luna que con un procedimiento administrativo. Es parte de una historia poética que todos queremos que tenga un final feliz. Y precisamente por ese contenido milagroso, por ese punto surrealista y esa tremenda carga onírica, en Paredes queremos pensar que trabajar con vosotros es un acierto y lo que podamos hacer juntos será un éxito. Vuestra llegada en ese autobús hoy a Paredes hace que miremos mañana de otra forma. Muchas gracias por haber aparcado en nuestra plaza».