Cabaña Real Carreteros

Cabaña Real Carreteros

Cabaña Real Carreteros

Los fines de la asociación son culturales, etnográficos y forestales mediante la recuperación de la cultura y la historia carreteril y sus fórmulas comunales cooperativas en el aprovechamiento de los montes. Persiguiendo esta idea, lleva más de veinte años promoviendo rutas carreteriles, semanas etnográficas, fiestas de mayos, ferias forestales, jornadas de agrosilvicultura y otros eventos.

La asociación ha recuperado instalaciones olvidadas como el Horno de Pez de Mataca, en 1998, emblemático rincón destinado a la elaboración de pez que abrió un importante proceso para la conservación de lugares históricos del monte de La Dehesa de Quintanar de la Sierra (M.U.P. nº 251), un escenario plagado de instalaciones singulares para el manejo del medio natural, que despertó el interés del productor Eugenio Monesma por filmar la colección de vídeos de los oficios perdidos “El Hombre y el Bosque Ibérico”.

El espíritu de la C.R.C. y las líneas directoras de la misma quedaron plasmadas en la publicación “En Sierra Viva”, guía para un Ecomuseo Forestal editada en 2011, coincidiendo con el Año Internacional de los Bosques.

En la actualidad, promueve la creación del Ecomuseo Forestal, un espacio para la interpretación de la Silvicultura Comunal Española que se habilitará en las instalaciones de la Cooperativa San Cristóbal y en otros elementos etnográficos del monte La Dehesa como los hornos de pez, las majadas o los aserraderos hidráulicos, donde se recogerá información sobre cómo se ha gestionado el bosque durante siglos, completándolo con rutas para conocer el entorno.

El Ecomuseo quiere potenciar el respeto al medio ambiente, es una muestra activa que tiene como protagonistas al monte y a la huella del hombre en el mismo. La C.R.C. quiere poner en valor el pasado maderero de la zona y otorgar la importancia que le corresponde al trabajo realizado por los silvicultores. La conservación y protección del monte depende de la gestión humana que durante siglos se ha venido haciendo mediante la extracción y aprovechamiento de sus recursos renovables como la madera y los pastos. Actividades que constituyen el verdadero motor del bosque.

Este centro servirá a su vez como archivo de la extensa documentación existente sobre la utilización del monte La Dehesa por la Real Armada en el siglo XVIII para la obtención de madera y pez para navíos, donde incluso se llegaron a establecer la Real Fábrica de Betunes y treinta hornos de pez.

Desde 2011, la C.R.C. colabora en la recuperación de esta cultura con la Factoría Marítima Vasca de ALBAOLA. Esta asociación, con sede en Pasaia (Guipúzcoa), está llevando a cabo la construcción de una réplica exacta de la nao San Juan, ballenero hundido en el siglo XVI en Terranova, recuperado por el gobierno de Canadá y documentado en las pólizas del seguro que el Consulado del Mar de Burgos conserva.

La C.R.C. se ha comprometido con esta asociación a realizar las hornadas de brea y pez naval necesarias para completar la fiel reconstrucción de la nave y potenciar la Red San Juan que enlaza a Canadá, los puertos del Cantábrico, los valles vasco-navarros, el Consulado del Mar de Burgos y los bosques del Urbión de Burgos, Soria y La Rioja.

Otra pieza clave en el eje de actuación de la asociación es la vaca serrana negra, partícipe de la relación del hombre con el monte durante siglos. Esta raza es fruto de años de selección que han dado lugar a un animal de arrastre atlético, adaptado a condiciones adversas y de desarrollo lento, haciéndolo incapaz de competir con otras razas de crecimiento más rápido. La baja productividad cárnica y la sustitución de la tracción animal por la motora ha hecho que, a pesar de su anterior presencia en gran parte de la península, en la actualidad sólo se conserven alrededor de 200 ejemplares entre las provincias de Burgos y Soria principalmente.

Por todo ello y debido a la unión histórica que durante siglos ha existido entre la vaca serrana negra y la carretería, la asociación realiza, desde hace años, diferentes actividades para fomentar esta raza autóctona y hacer visible la labor de los ganaderos que evitan su extinción.

La filosofía de la C.R.C. es, por tanto, la recuperación de la cultura forestal de la comarca a través de sus equipamientos y su tradicional actividad. El Ecomuseo no son sólo el centro de interpretación o los elementos restaurados, sino el propio bosque, como obra humana, trabajado y adaptado a las necesidades que la sociedad precisa en cada momento.

El inmenso patrimonio forestal heredado corre un serio riesgo de desaparición por la despoblación y el abandono del sector primario. Se precisan nuevas formas de gestión del monte, un nuevo enfoque que ponga en valor los recursos de los que los bosques disponen, prestando especial atención a las ramas de la agricultura y la ganadería ecológicas y la hostelería y el turismo que faciliten el acceso público de los montes.

La premisa de todo el trabajo para la renovación de los recursos forestales es la sostenibilidad que durante siglos han sabido realizar los vecinos de estos bosques desde tiempos inmemoriales. De ahí, que sea tan importante para visualizar el monte como obra humana, la actividad forestal de los antiguos pobladores y la necesidad imperiosa de formar nuevos silvicultores que continúen la obra y no abandonen sus bosques.

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